Hoy en día independizarse se ha convertido en todo un reto por la cantidad de obstáculos y dificultades con las que se encuentran los jóvenes. Por lo que si encima hablamos de optar por comprar un inmueble, la cosa se pone bastante más fea. Esto ha hecho que el alquiler con opción a compra sea una alternativa a tener muy en cuenta. Pero, ¿cuándo se recomienda alquilar una vivienda con opción a compra? Como gestores de compra-venta en Granada os lo contamos a continuación.
¿En qué consiste el alquiler con opción a compra?
El alquiler con opción a compra permite a los inquilinos de una vivienda vivir en ella en régimen de alquiler durante un tiempo estipulado en el contrato. Hasta aquí, todo sería como un contrato de alquiler. La diferencia se encuentra que tras pasar el plazo que se estipule, el inquilino tiene derecho a comprar esa vivienda al precio fijado previamente. Además, de este precio se descontará la cantidad (total o parcial) que el inquilino haya estado pagando mensualmente.
Requisitos mínimos de un contrato de alquiler con opción a compra
No hay regulación marco que establezca unas condiciones específicas para estos contratos, que serán dos: Uno de compraventa y otro de alquiler. Aunque sí se recogen algunas alusiones en el Código Civil y en el artículo 14 del Reglamento Hipotecario, así como en la Ley de Arrendamientos Urbanos.
No obstante, se tienen que cumplir los siguientes requisitos:
-Que el precio de la compra esté fijado en el contrato.
-Que aparezca el plazo en el que se podrá adquirir la vivienda.
-El inquilino puede decidir si realiza la compra en ese plazo, aunque el arrendador no quiera.
-En muchos casos se recoge una prima, que es la cantidad que se abona al arrendador por con la concesión de la opción a compra. Aunque si finalmente se produce la compra, normalmente esta cantidad se descuenta del precio.
¿Cuáles son las ventajas del alquiler con opción a compra?
Con el alquiler con opción a compra los inquilinos pueden acceder a la propiedad con muchas más facilidades si en principio no tienen muy claro si se quiere comprar o alquilar.
La ventaja principal para el comprador es que el dinero que paga de alquiler se descontará del precio final de la casa. Pudiendo vivir en ésta sin desembolsar el dinero de entrada.
Otra ventaja es que el propietario no podrá vender la vivienda a terceros mientras que se encuentre en vigor el contrato con opción a compra del inquilino. Además, el precio queda congelado a la cantidad que se estimó al principio, sin que aumente por el IPC. Aunque la renta del alquiler si se podrá modificar si el dueño lo exige.
Una vez que finaliza el plazo establecido, si la vivienda no se compra finalmente, el inquilino perderá la prima inicial en la mayoría de casos. Otra opción es la de prorrogar el periodo de alquiler si lo acuerdan así tanto el inquilino como el propietario.
¿Qué se ahorra el inquilino con el alquiler con opción a compra?
A la hora de comprar una vivienda, el interesado deberá contar con la cantidad de dinero suficiente para afrontar la entrada de la casa y los gastos e impuestos que se vinculan a la compra. Ya que cuando se pide una hipoteca para comprar una vivienda, el banco concede normalmente el 80% del precio de ésta. Por lo que se tendrá que contar con el 20% restante, más un 15% que suele corresponder con los gastos iniciales.
Sin embargo, con este tipo de alquiler el inquilino puede empezar a vivir en la casa sin tener que pagar los gastos iniciales que supone la compra. Cuando llegue el momento de comprar, los gastos iniciales serán menores, ya que la cantidad a desembolsar también será menor.
Por tanto, el alquiler de la vivienda se convierte en una inversión, ya que servirá para reducir el precio de compra del inmueble.